El coche eléctrico es visto como un elemento disruptivo en la industria del automóvil. El cambio de una industria creada en torno al coche de gasolina y diésel, hacia una que girará en torno a la del coche eléctrico no es un simple cambio de modelo de negocio, es una pequeña revolución industrial. Los cambios que se avecinan podrían ser tan bruscos e importantes como los que afectaron a la industria siderúrgica europea en los años 80.
Y lo veremos primero en Alemania, motor económico de Europa. Se avecina sobre su industria lo que podría ser una ciclogénesis explosiva, en la que el coche eléctrico sería el elemento desencadenante para crear esa tormenta perfecta en la que se vean cierres de fábricas y despidos masivos.